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No armes la bronca

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Acostumbrado a luchar como un gladiador dentro del área frente a enemigos que sobre el papel utilizan la fuerza para provocar el pánico, el delantero blanquiazul Roberto Ovelar decidió salir al frente y enviarle un sutil mensaje a aquellos que se quedaron con la comida en el diente.

“Si Guadalupe dice: ‘Tengo hambre’ que coma entonces. Sé que una de las características del fútbol peruano es tener a equipos con grandes defensas, y Juan Aurich tiene lo suyo”, sostuvo el “Búfalo”.

Asimismo, el ariete paraguayo mencionó que “nosotros quedamos conformes con nuestro desempeño dentro del clásico, creo que fuimos totalmente superiores a Universitario, ahora ya debemos olvidarnos de ese partido, pues se nos viene un cotejo más que complicado ante el Aurich que en Chiclayo será durísimo”.

Se verán las caras

Por otro lado, es inevitable recordar aquella mañana en Lurín (setiembre del 2009) cuando Roberto Ovelar y Jorge Molina se enredaron en un concierto de golpes después de una dura infracción del ahora volante chiclayano ante el paraguayo.

Desde aquella oportunidad no solo los golpes quedaron grabados en cada uno de ellos, sino la sed de revancha deportiva. No obstante, el destino diabólico ha hecho que se puedan mirar las caras otra vez en el Elías Aguirre.

Cuando se le preguntó al goleador aliancista sobre qué opinaba de volver a enfrentar a “Foreman”, solo atinó a reírse y evitar el tema.

Un duelo que más allá de una pelota podría resucitar algunos sentimientos de rivalidad que en el fútbol se miran a diario.

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