La “U” está arriba

Así jugó la “U”. Con una desconfianza extrema por parte de sus seguidores en su comando técnico. Dos fechas sin concentrar, dos días sin entrenar, dos meses sin cobrar.

Pero allí está ese grupo que se sacude el milongueo dirigencial y se manda a la cancha como si fuera templario, con una fe sostenida en José Guillermo del Solar. Decidido a resolver una circunstancia fuera del fútbol que es para el olvido.Y a esta providencial eficiencia crema, solo le basta un golpe de suerte: Que mañana quede triplemente empatada en la tabla de posiciones. Y para eso hoy tiene que haber traspiés en Moquegua y Chiclayo. Y entonces la historia será otra. Para enfilar una semana nueva que terminará en un domingo en forma de estadio ante Sporting Cristal de Juan Reynoso Guzmán.

Y para ello asoma la figura de Pablo Vitti. Que coquetea con la dimensión del fútbol que le conocemos. Anoche tuvo una jugada mayúscula que sirvió para el triunfo 1-0 sobre Alianza Atlético. Era el minuto 33 del primer tiempo cuando el chileno Álvarez inicia la jugada. Taco de Pablo para Fano. Devolución, freno, amague y remate de izquierda del argentino al primer palo de Reyes que se anida emocionantemente.El rival intentó desaparecer la monotonía del partido con el propósito de insinuar cierta exhibición. Pero tuvo muy poco para hacerle daño al local. Con otro funcionamiento de juego, el equipo de Roque Alfaro hubiera dejado mal herido al conjunto merengue.Y sobre esta base, Universitario se echó a jugar con mayor protagonismo de sus individualidades. Sabiendo que el norteño plantel solo responde hasta tres cuartos de cancha. Tuvo un fútbol lateralizado. Sin profundizar. Mostró, en cambio, a un Atoche en buen nivel. A Camarino como buen central. Y Carabalí que no renuncia.Qué importa al hincha si lo táctico fue determinante. Para él solo cuenta el resultado y la sumatoria en la tabla. El esquema, lo táctico, los movimientos y relevos no sirven cuando el equipo gana. El encono sobre su entrenador hace de la “U” un equipo aparentemente derrotado.Pero al mirar su campaña: un partido perdido en nueve fechas, volteó el lance a Boys, empató con el Compadre de visita, le gana a Sullana en medio de una incomodidad que no merece un club grande.

No entrena, no concentra, almuerza en casa ajena... le ponen una tensión y dramatismo sobrecogedor. Un panorama como este merece ya un descorche de felicidad.