Comen de su mano

La paciencia tiene un límite que se habría terminado para el argentino Pablo Vitti, que llegó con la ilusión de alcanzar la gloria con la camiseta crema, pero se encontró con una triste realidad económica que apuraría su salida del equipo.

El pasado martes, Vitti no asistió a la reunión con el plantel en el Monumental, fastidiado por el  incumplimiento de pago, e incluso tenía en mente no trabajar hasta que le paguen su sueldo y las cuotas que le deben de su pase tasado en 600 mil dólares.Sin embargo, ayer reconsideró su posición de volver a las labores con el equipo para dejar que su empresario, Luis Rosales, se encargue de resolver el tema con los dirigentes y acabar con ese atropello.El agente del gaucho se apareció en los entrenamientos con la cólera contenida para reclamar los haberes de sus representado, porque no tolerará otro palabreo.

Debido a la ausencia de los dirigentes en la práctica, se coordinó una reunión con el presidente Julio Pacheco en la casa del volante argentino. La cita duró cerca de una hora y media en un almuerzo poco fraternal porque los ánimos se caldearon un poco.Rosales le reclamó a Pacheco la cancelación inmediata de la deuda con Vitti, de lo contrario, ejecutaría acciones mediante la Fifa para pedir su desvinculación. El titular crema, algo aturdido, pidió un poco de paciencia para conseguir el dinero, que serían 200 mil dólares, por las cuotas de su pase y 50 mil por los meses de atraso en sueldos.Finalmente, el agente aceptó la espera, pero puso como plazo una semana para terminar ese tema, que hasta originó que el jugador no pueda cancelar el alquiler de su vivienda.

Si no cumplen, el empresario no tendría problemas en ofrecer a  Vitti a la San Martín, Juan Aurich o, incluso, al cuadro blanquiazul.