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Vete y no vuelvas

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Las comparaciones son odiosas, pero a veces son francamente inevitables, más aún al tratarse de una nueva joya que podría fundirse en el óxido de la inmadurez.La partida de André Carrillo al Sporting de Lisboa no solo ha despertado la felicidad del pueblo íntimo, sino también su entendible preocupación, pues muchos temen que imite la infeliz travesía de Reimond Manco: el viaje sin retorno, no a Europa, sino para no volver... a ser el mismo.

Manco, hoy bailarín por convicción y estrés –así dice–, tuvo un paso fugaz por Holanda, en donde no solo nunca llegó a consolidarse, sino que además terminó por opacar el brillo de sus botines.

La historia de la “Culebra”, más allá de algunas diferencias, se asemeja por lo abrupta y millonaria. Y es que el habilidoso atacante se marcha sin ser ni siquiera titular, virtud que al menos Manco tenía. Sin considerar que solo cuenta con tres gritos de gol en su haber con la blanquiazul.

No hay que ser muy analíticos tampoco para advertir el innegable bajón futbolístico de la “Culebra”, que lo ha conminado a ser una opción en los segundos tiempos, jugadas 10 fechas del campeonato.

Todo sucedió, precisamente, cuando aumentaron los rumores de su partida al Viejo Continente.

“No quiero repetir la historia. Cada uno está mentalizado en lo que quiere. Con Reimond pasaron algunas cosas, pero yo estoy mentalizado en ser un grande”, explica Carrillo como interponiendo un fuerte escudo para defenderse de los comentarios.

Mucho tendrá que ver su fortaleza mental para no quedarse en un eterno proyecto y convertirse en una realidad, una que le asegure no una corona, pero sí una cancha asegurada en Europa.

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