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Cristo te salva

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Sonríe Alianza, gózalo Cristofer Soto. Porque salvaste al equipo una vez más cuando necesitó de tu puntillazo mortal para ganar. Porque sufriste en la Reserva y volviste al primer equipo de a puchos, tragándote en silencio una mala decisión.

Y cómo celebraste, agitando los brazos, avisando lo difícil que se la pusiste al “profe” Costas, entercado hasta los huesos por una fórmula de ataque en donde tú no existías y lo que es peor, no ataba ni desataba.

¿Y vieron la jugada de gol? Llevó el sello alegre de los “Potrillos”. “Coco” Bazán la inició rompiendo el mar de piernas que sembraron Zegarra y Ferrari, para entregarla limpio y se reinvindique Paolo Hurtado, recién ingresado por Tragodara. “Caballito” tiró rasante y Soto presto, la mandó adentro. El estadio se vino abajo.

León mordió, pero también estiró sus garras, bien domadas por el golero Forsyth. El “Gringo” pese a una para de dos meses debido a una caprichosa lesión, y sin competencia, se agrandó y faltó poco para atajarle el penal que convirtió Zegarra a los 17 minutos.

Pero Alianza no se vino abajo, puso entrega, sacó lo que olvidó en la goleada con la San Martín: el amor infinito por la camiseta. La tensión se instaló en la zona técnica, en las graderías ya pensaban iniciar el incendio, hasta que Ramos salió de la zaga para zambullir su cabeza y poner el 1-1.“Wally” Sánchez entró bien por un contracturado Ovelar, pero León volvía a trepar con un Céspedes terrible por izquierda, Viza trataba de generar para los íntimos, pero cuando Bazán subía, desafiando las rascadas, la esperanza de ganar se volvía más sólida.

Lo que vino luego es historia ya conocida. Regresó Jayo y por una falta a Salas casi se arma la bronca. Fue triunfo de Alianza, su pueblo sueña, sus protagonistas también.

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