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Más puntero que nunca

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Bajo  aquellas  paredes  que  conservan  celosas  el  pasado de una ciudad  luchadora,  de una ciudad que comtempló  a sus  incas  derramar  gotas  de sangre  y  de una ciudad  acostumbrada a  lograr  lo imposible, ayer un equipo  formado  por once lunáticos vestidos del color del “Diablo”  destruyeron a un “Ciclón” que llegaba con pergaminos de invicto.

Y es que Cienciano -sí, ese equipo  que  el año pasado rozó la tragedia del descenso - trepó, merecidamente,  en el Cusco al primer  lugar  del torneo, luego de vencer por  2  a 1 a un Juan Aurich, que hasta el momento solo  conocía  de  victorias y de rato en rato, ciertos empates.

El golpe madrugador lo dieron  los  dirigidos por Marcelo Trobbiani, cuando el ariete Carlos  Olascuaga,  a los cuatro minutos de iniciado el partido,   aprovechó  el  desconcierto de los chiclayanos y marcó el primer  tanto  del  cotejo en la valla de Diego Penny

 Por  su parte, la visita intentaba desequilibrar con Chiroque a los tres mil doscientros metros de  altura y  a  toda esa muralla roja que se encargó de moler a patadas  a ese pigmeo que ayer volvió a ser un “periquito”.

Sin embargo, Aurich no hallaría la igualdad en el primer tiempo, por mas que Mauricio Montes y Pedro Ascoy pugnaban por romper el disciplinado orden defensivo del elenco de Trobbiani.

Soy tu “Papá”

En  el segundo tiempo, la visita se fue con todo  en busca  del empate. Tal es así , que Rinaldo Cruzado (67’) decretaría  la igualdad  después de aprovechar un rebote del guardameta  cafetero Walter Noriega.

El Garcilaso enmudeció. Sin embargo, todo ello no fue impedimento  para  que los imperiales bajaran las armas, ya que a los 81’ Cristian  García   marcaría el  tanto de la victoria para los dueños de casa. La locura se desató en el ombligo del Mundo que veía como su equipo se adueñaba del primer lugar de la tabla y acababa  con el invicto del empinado Juan Aurich de Chiclayo.

Acabó el  cotejo y  Cienciano demostró  que  está   más  puntero que nunca, que en Cusco los rivales -por más fieros que se presenten- conocerán el  infierno absoluto  y  que  jugadas   doce   fechas  lo  suyo  es imperturbable y a veces hasta inquebrantable. No hay nada que hacer. En Cusco hay espacio para soñar. 

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