cristiano ronaldo

Uno ve jugar al Real Madrid y cuando Cristiano Ronaldo da la impresión de transitar casi sin interés por la cancha, provoca que cuestionemos sus condiciones sin medir lo que realmente es como futbolista. Comentando la Champions League por Global TV con el buen Germán Leguía, el ex volante de la “U” decía no entender como podía Mourinho mantener en el campo a un jugador que aportara tan poco al equipo.

Que no corriera. No marcara. Solo esperara que la pelota pase cerca suyo, sin ser capaz de asumir el rol que le corresponde como enorme figura. Y quien vio los duelos entre el Barza y los madrileños en el evento europeo podría haber coincidido con Germán. Pero los números del portugués refutan cualquier comentario negativo. Lo suyo sin correr demasiado, esperando la pelota y sosteniendo como bandera la ley del menor esfuerzo es sencillamente excepcional.

Y hace aún más grande su figura por lo mucho que es capaz de dar con tan poca entrega. No necesita estar involucrado demasiado del juego. Casi no necesita de la pelota de forma continua para desestabilizar.

La puede tocar muy poco pero su eficiencia es sencillamente galáctica. Compararlo con Messi salta a la mesa con la sola mención de su nombre y al parecer a él poco le importa lo que los demás piensen sobre quien es el mejor.

Su personalidad lo hace sentirse el número uno del planeta aunque le enrostren lo contrario. El sólo acude a las estadísticas y a su apabullante personalidad que lo convierte en un ser “antipático” y desde ahí escribe su presente. Sabe que Messi tiene más carisma, más habilidad y una participación en el juego que es poco común en cualquier jugador del mundo.

Pero él da la espalda a los comentarios solamente con marcar goles las veces que sea necesario y seguir acumulando  hasta que los records empiecen a caer. Y de esa forma ha tumbado algunos números que se suponía, se iban a sostener en el tiempo durante muchos años más. El marcar nueve goles en los últimos tres partidos lo ha llevado a conseguir lo que parecía sencillamente imposible hace dos semanas.

Superar la marca de 38 goles del gran Hugo Sánchez de la temporada 89-90. Y ahora  tumbar los 52 goles (marca que ya igualó) de Lionel Messi en una sola temporada sumando la Copa del Rey, Liga y Champions.

Lleva siete goles al delantero del Barcelona en la lucha por el Pichichi esta temporada y aunque la Liga y la Champions sean títulos lejanos para su equipo. Es que conociendo la personalidad del portugués le basta que su nombre esté con letras grandes. Y con la Bota de Oro sentirá que ya ganó bastante.