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Agarra cuerpo

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El alma del legendario “Lolo” Fernández, desaparecido símbolo de la “U”, merodeó incansablemente ayer el estadio Monumental desde el inicio del partido hasta que Manuel Garay lo acabó.

Frente a un modesto Unión Comercio, quizá no era tan necesaria su intervención como el mágico jugador número doce, pero vamos que aportó. Y habría que preguntarle a Johan Fano la experiencia que sintió en el segundo gol de su registro; un cañonazo a quemarropa, inatajable, como relata la historia, era fiel costumbre del goleador de la malla en la cabeza.

Cinco minutos antes, como en el gol tras pase del “Loco” Vargas en las eliminatorias a la Argentina, puso el 1-0 momentáneo, pero la segunda conquista que elevó sus brazos al cielo en son de agradecimiento, fue como despegarse de aquellos demonios que no lo estaban dejando ser feliz y lo que es peor, no lo dejaban asumir su responsabilidad de constituirse en el goleador de la “U”.

Sabor a crema

Al papelón de las camisetas improvisadas pintadas con plumón, la prueba fehaciente de que los problemas no dejan en paz al equipo merengue, fue el pésimo estado del campo del Monumental a consecuencia del último concierto que otorgó el ex Beatle. Pese a ello, los merengues no tuvieron problemas para golear a un cuadro moqueguano que nunca exigió al golero Raúl Fernández en su partido de despedida.

Si hasta “Chemo” del Solar, técnico crema, se dio el lujo de atacarlo sin piedad; con la experiencia de Fano y la habilidad de dos delanteros que hoy son sensación en el Descentralizado: Raúl Ruidíaz y el moreno Andy Polo.Este último hizo levantar de sus asientos a la gente por su gol a los 3 minutos, y por un túnel a su marcador previa finta. Personalidad tiene, habilidad le sobra, también técnica, pero una media hora más de entrenamientos tirando centros, le ayudará más en su carrera. De hecho, será valioso que emigre para complementar sus virtudes en el exterior.

Comercio sin Roberto Merino, padece. Sus delanteros no están de cara al gol y lo que es peor, el equipo carece de pausa y de orden. A esto hay que añadir que su entrenador, el argentino Buena, apenas si conoce el apellido de sus pupilos.

Por esto les costó salir a flote frente a un equipo crema urgido de un triunfo en casa, y en el cierre de una primera parte de un torneo irregular en lo futbolístico que se refleja en la tabla. ¡Feliz cumpleaños, Lolo!...

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