La prensa no falla los goles

Hernán Peirone rompió la “saladera” que lo siguió caprichosamente por 15 fechas y se marchá a la Argentina a pasar las vacaciones. El 4 de junio, como el resto de sus compañeros extranjeros, retornará a Matute y espera que persista en él esa pólvora que encendió en la última noche de gloria en el Callao, de donde tuvo que salir en patrullero para no perder el vuelo.

Peirone nunca pensó en renunciar. Se puso a cuestas la presión de jugar en un grande, con la obligación en su condición de extranjero por marcar la diferencia, hasta que Dios le brindó la mano. “Acá fueron muy duros, nunca viví una prensa igual, yo sabía que tarde o temprano iba a marcar, pues hasta Palermo pasó una mala racha”.