Hay un saladazo

Los años le han enseñado a Sergio Markarián a mantener la serenidad. A veces el equilibrio emocional le quiere jugar una mala pasada, pero él, curtido cuando aparecen los problemas, trata de buscar una salida. Quizá lo que pasa en la selección, con respecto a lesiones, es para perder más el cabello, envejecer y hasta para volverse loco.

Por eso, es comprensible la preocupación del “Mago”. A pesar de que trata de no demostrarlo y ser fuerte como un roble, espera llegar a la Copa América con todo el potencial de jugadores.“Esto es parte del fútbol y hay que sobrellevar los problemas. Ahora debemos tener mucho cuidado con los jugadores, temo que se vayan a lesionar. Hablé con los chicos para que se cuiden en los entrenamientos. Me hubiera gustado tener el plantel sin lesionados”, dijo el “Mago”.