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¡Lindos y apretaditos!

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Perú siguió la estela que la tendencia marca en esta Copa América: descalabrar a los favoritos candidatos. Un valioso empate (1-1) frente al mejor seleccionado sudamericano del último Mundial fue el primer gran paso de este remendado equipo rojiblanco que se atrevió a espantar sus fantasmas del pasado a base de personalidad, mentalidad fuerte y un disciplinado sistema táctico.

El equipo nacional nos deja una buena sensación. Un aire respirable. Un debut digerible y prometedor. Todo ofrecido desde el seno de un ambiente solidario. Que hace de este grupo un plantel que no esperará que se le venga la noche en medio de la competencia. Que cuidará las formas sin olvidarse de lo importante.

Y en medio de toda esa vorágine que ofreció el partido, apareció la figura rutilante de Paolo Guerrero. No solo por la definición frente al golero Muslera tras excelente pase de Guevara a los 23’, sino por esa fuerza que transmite. Y que lo refrenda el “Loquito” Vargas. Y lo secundan Acasiete con Alberto Rodríguez. Los más sólidos en el bosquejo primordial pese al gol de Luis Suárez a los 45’.

Hubo toque certero, presión permanente y remate de larga distancia en nuestra selección. El ingreso de Juan Vargas y Carlos Lobatón le dieron al plantel mejor equilibrio y le permitió emparejar el medio sector. Se suma al elogio Raúl Fernández, quien se mostró seguro. Le sacó un potente tiro libre a Diego Forlán. Muy bien el arquero del Niza, que se presentó seguro y sereno, con las manos bien puestas en el balón.

Así, todos los favoritos han tenido traspiés en su primer partido. Y Uruguay no fue la excepción. Perú se metió en esa lógica futbolera que se revela imponiendo un nuevo escenario de competencia. Viene México. Y encontrará a nuestra selección encendida a pesar de la sucesión de lesionados que nos dejó el infortunio. Pero de esa emergencia, Perú demostró que se puede salir adelante.

El trabajo del “Mago” es para aplaudir y allá los enemigos de la patria que insultaban su labor. Ahora los quiero ver, llorando porque Perú no fue goleado. Los que sí somos peruanos de corazón, estamos felices y celebramos.

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