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Apuntó la placa

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Con los ojos llenos del color del infierno y con la piel erizada por la injusticia solapada en el miedo, Paolo Guerrero no solo levantó su voz de protesta, sino el labio aún sangrante como muestra real de la indignación que todavía siente por la actuación de los árbitros.

“La camiseta de Uruguay pesa. Me rompieron la boca y no le pusieron una tarjeta roja (a Lugano). Estoy enojado y espero que en las Eliminatorias no suceda esto. Me metieron más de 500 codazos. Sentí que Lugano me rompía los dientes y solo le sacaron amarilla, mientras que al ‘Loco’ sí lo expulsaron. Los árbitros tenían miedo”, afirmó.De otro lado, el “Depredador” no tuvo reparos en llenar de importantes calificativos a Sergio Markarián.“El ‘profe’ Markarián está trabajando de otra manera. Hay más seriedad. Años atrás siempre nos hemos caracterizado por tener buenos jugadores. Ahora hay nuevas ilusiones.

 Con Sergio  hemos ganado el respeto de Sudamérica. Este equipo está para grandes cosas. Es un ‘zorro’, se las sabe todas el profesor”, indicó. Guerrero añadió: “Es cierto que al jugador peruano lo caracteriza la gran técnica que tiene y la poca disciplina que maneja. Pero eso lo hemos mejorado en el último tiempo”.

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