Lo tienen podrido

Las piedras caen sobre su camino para evitar que vuelva a enfundarse la camiseta blanquiazul, pero espera saltar esos obstáculos en un abrir y cerrar de ojos.

José Carlos Fernández redobla esfuerzos con el propósito de quedar afinado para su regreso a las canchas, aunque surgió una complicación con respecto a su tránsfer, que todavía no es remitido por su ex club el Deportivo Quito.Fernández desconoce el retraso de la documentación porque realizó todos los trámites requeridos para obtener su libertad. “Yo no veo esos temas porque los directivos se deben encargar de hacerlo. En mis ocho años de carrera jamás hice un trámite para eso”, indicó “Zlatan” algo extrañado.

Se conoció que la directiva quiteña intentaría ponerle trabas en represalia por la denuncia que hizo el delantero ante la FIFA para pedir su desvinculación por incumplimiento de pagos, puesto que le debían cinco meses de sueldo. El ente rector del fútbol falló a favor de la liberación de Fernández, pero en caso persistan en su posición de no enviar el tránsfer les podría generar una suspensión.El atacante victoriano confía en la resolución de estos problemas antes de su posible retorno a las canchas, el próximo 20 de agosto. “Yo estoy trabajando tranquilo para volver a jugar, entonces, no me preocupa eso. Tampoco me desespero porque pienso que para la fecha que retorne, el asunto estará resuelto”, expresó el íntimo.Asimismo, ratificó su malestar por el maltrato que recibió de parte de la directiva del Deportivo Quito. “Lo dije claramente por la forma como me trataron: me sentí como una basura. Me faltaron el respeto, por eso me expresé así”, señaló.De otro lado, Fernández considera que si el técnico decide hacerlo jugar en la Reserva, lo hará sin problemas. “Me siento mejor en la parte física, pero dependera de la decisión del técnico. No tengo problemas de empezar a hacer fútbol con la Reserva porque eso me ayudará a retomar el ritmo deseado”, concluyó.l