0

Maradona y una historia contada por Carrizo

Únete al canal de WhatsApp de Líbero

Este Hecho –que refleja su amor a la pelota– le ocurrió a Diego Armando Maradona en su infancia y lo cuenta su amigo el “Goyo” Carrizo, compañero en Argentinos Juniors.

“Nos sentábamos en la mesa para comer y, entonces, Doña Tota –madre de Maradona– se acercó y le dijo:

–Pelusa, ve a comprar una botella de soda.

Fuimos corriendo. Al volver, doblando una esquina, Diego cae y se le revienta todo el vidrio en la mano y el codo. Le ayudé a levantarse y vi que tenía mucha sangre. Al llegar a casa, Doña Tota se asustó mucho y le llevó a una salita. Le pusieron unos diez puntos de sutura y un yeso que le cubría el antebrazo.

Al día siguiente teníamos que ir a jugar contra Banfield, en cancha de Argentinos Juniors, y él iba diciendo que quería jugar por encima de todo.

–Pelu, no vas a poder jugar, le dije.

Nosotros le teníamos miedo al técnico, Francisco Cornejo. Llegamos al vestuario, siempre nos llamaba con una seña y un ruido que hacía con los labios. ¡Eso era terrible para nosotros!–¿Qué te ha pasado?, preguntó

el técnico.

Diego le contó lo sucedido con la botella rota.–Bueno, vas a quedar un mes parado sin jugar, le contestó el entrenador.

Diego bajó la cabeza y empezó a llorar.

–Goyo, dile que quiero jugar, gemía Diego.

Lloraba tanto que decidí hablar con el profe.

El DT, en ese momento, lo llamó aparte.

–¿Cómo vas a jugar con ese yeso?

Sí, sí... Va, déjame jugar que yo no voy a correr, solo quiero festejar el título que vamos a ganar.

Ante la insistencia lo dejó jugar. Entró al campo con un pañuelo en el cuello que le inmovilizaba en parte el brazo, con el yeso. Ganamos 7 a 0 y Maradona hizo 5 goles. Eso fue un recuerdo muy grande. Hoy es más fácil decirle sos un un drogadicto en vez de  gritarle gracias Diego. Al final Carrizo no pudo terminar de contar... se puso a llorar.

Libero Impreso

EDICIÓN DIGITAL

EDICIÓN DIGITAL

OFERTAS DE HOY