Crema a la huancaína

Si en la memoria de los cremas se había activado en la última semana el “chip” de lo que significa esa camiseta con uno que otro triunfo soterrado con algo de suerte, ayer hicieron gala de una realidad que los corretió con el cinturón de la mezquindad durante todo el año.

La “U” de “Chemo” intentó saltar la responsabilidad de lo primero y llegó a Huancayo con el repaso a coscorrones de la Sudamericana. Y es que no solo fue un equipo tibio en sus quehaceres, sino que decidió cuidar a Pablo Vitti y Johan Fano, dos de sus principales armas en función de ataque. Al menos, sobre el papel...Así y con la presión de un compadre –Alianza Lima– que se come todo lo que hay al frente, los merengues buscaban descubrir la respiración artificial en la altura de Huancayo. Pero ahí estaban cuadradas esas pirañas teñidas por la sangre de los de Ate, dispuestas a todo por hacer respetar su casa. Y vaya que lo lograron.Universitario cayó por la mínima diferencia ante Sport Huancayo y revivió las dudas del abismo de cara a su búsqueda del título.

Los minutos corrían y la figura de Llontop crecía una y otra vez. Saltaba para cortar los centros, volaba ya sin oxígeno al rincón de lo imposible y de rato en rato gritaba indignado ante el congelamiento de sus compañeros. Por el lado estudiantil, ciertos espasmos de Polo por la punta izquierda y uno que otro atrevimiento de Morel rasguñaban al guardameta Rivera. Pero hasta ahí nomás.

Ya en la etapa complementaria los espacios aumentarían, pero para el local. Johan Sotil e Irven Ávila se pusieron de acuerdo para darle movimiento a esa dupla que chocaba con una muralla gastada. La defensa crema sentía el correr de los minutos y “Superboy” cada vez quedaba más expuesto.

Tal es así que a los 70 minutos el delantero paraguayo Carlos Pérez aprovechó un centro endemoniado, los pocos reflejos de la zaga de Ate y el desconcierto de Llontop, para concretar el gol de los tres puntos.La Incontrastable saltaba de alegría, festejaba el triunfo sobre un equipo que ayer tuvo achaques de aquella enfermedad crónica. Su cura... es la Sudamericana.

¿Podrán vivir?