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Lo que tu viejo no te contó: La maldición de una gitana al gran ‘Cabezón’ Mifflin

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La campaña del Sporting Cristal para la Copa Libertadores del 68 fue un fracaso, pues resultó eliminado pese a terminar invicto, pero quedó una anécdota de Ramón Mifflin con una gitana. Cuentan que al bajar de bus para hacer compras en Montevideo, una bella gitana logró hacer contacto con el “Cabezón” (que tenía fama de amarrete).

–Veo, veo, morocho, hermoso un porvenir lleno de triunfos, le dijo la quiromántica.

–¿Qué más ves?

–Veo el mundo a tus pies.

–¿Y por qué no el mundo a mi cabeza?

–¿Para qué si ya tenés un tremendo mundo sobre los hombros? Y ahora que te veo bien, decime, buen mozo, ¿sos cabezón o tu cuerpo es demasiado chico?

–Ya pues, madame, no te burles. Dime, en lo que se refiere a mujeres, ¿caerán a mis pies?

–Sí, morocho, veo mujeres. Muchas y hermosas.

–Le creo, porque pienso poner una zapatería para damas apenas regresando a Lima...

–No te burlés, botija, porque también veo un buen contrato...

–Ya, pe’, madame, no te burles. Y en cuanto a plata, ¿voy a tener mucha?

–Sí, veo que vas a tener dinero a raudales. Mucha, mucha guita.

–Grandioso, madame, me gusta eso. ¿Cuánto te debo por la lectura?

–Cinco pesos, morocho.

–Bueno, cóbrate de ahí, dijo Ramón pero su mano estaba más vacía que bolsillo con hueco.

–Explícame, chiquilín, ¿qué me querés decir?

–Quiero decir que te cobres de la plata que has visto en la lectura de mis manos.

Didí lloró de la risa. Jorge “Gato” Vásquez, que saboreaba un helado, se atoró. Fernando “El Cóndor” Mellán siguió riendo hasta en el avión de regreso. Los jugadores dicen que la afonía del cabezón y el fracaso de aquella clasificación se deben a una maldición de la gitana para que nadie se burle de ella nunca más.

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