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De vuelta a casa

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Si de sentimientos hablamos, se diría que la nostalgia y la emoción ayer se mezclaron como una corriente sanguínea en las venas de cada integrante de la blanquirroja. Y es que ayer la selección pisó de nuevo su hogar, el recinto que la vio crecer, que la miró caer y pararse durante tantos años y que fue testigo mudo de aquellos secretos que pocos conocen.

Y es que los dirigidos por Sergio Markarián no solo reconocieron ayer por la noche el José Díaz, sino que realizaron trabajos en función del compromiso que protagonizarán mañana ante su similar de Bolivia. Un amistoso con espamos de cotejo oficial, ya que este será el último examen –en Lima– de la bicolor previo al debut en las Eliminatorias.

Los trabajos consistieron en movimientos de estrategia, con balón y en una pequeña práctica de fútbol para que los jugadores se vayan familiarizando nuevamente con los espacios del campo. Aunque se conoció que el gramado no convenció del todo al comando técnico y jugadores.

En la práctica de fútbol se conoció que Markarián ya habría plasmado el once que esté desde el vamos. Butrón en el arco; Guizasola, Revoredo, Vílchez y Yotún en la defensa; Balbín, Cruzado y Lobatón en la volante; como extremos Juan Manuel Vargas y Jefferson Farfán y como único delantero Claudio Pizarro. Acasiete ingresó en la etapa complementaria para darle más solidez al equipo. Estuvieron en casa.

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