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Lo que tu viejo no te contó: Hace 42 años hicimos llorar a los argentinos

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Los peruanos que ya peinan canas recuerdan aún con emoción aquel partido épico ante los argentinos en la “Bombonera”, cuyas imágenes en blanco y negro las repetían cientos de veces en cines a lo largo y ancho del país.

Hoy, 31 de agosto, se celebran 42 años (1969) de aquella tarde, donde los dirigidos por Waldir Pereira “Didí” le dieron un baile a los agrandados argentinos, liderados por el “Mariscal” Roberto Perfumo, que, impotentes de toda acción, solo les quedó reconocer cómo los de la blanquirroja, capitaneados por el gran Héctor Chumpitaz, fueron capaces de ganarse los pasajes para jugar en el Mundial de México 70.

Fue una tarde magistral donde Julio Baylón se desplazaba a gran velocidad (sus amigos decían que él tenía un avión pegado en el trasero); “Perico” León era extraordinario con la pelota con el pecho (y en ese partido se rompió el short para hacer tiempo); el genial Teófilo “Nene” Cubillas, que “Didí” lo hizo jugar más retrasado encontrándole su verdadera ubicación; Roberto Chale, un mediocampista cerebral, que hizo su show al final del primer tiempo: le “clavó” la pelota en la cabeza a Rulli. Era una provocación a la afición rival, que rugía por la eliminación y por la osadía del ex “Niño Terrible”; el “granítico” Chumpitaz era seguridad total en la defensa, toda una muralla.

Ese equipo sí que era unido, algo que se extraña en las selecciones de ahora. Todos se apoyaban, eran otros tiempos, el billete no era primordial, era amor al Perú. Por ejemplo, Baylón jugó enfermo. Eran jugadores de raza, que ponían todo. “Chito” La Torre dijo un día: “Los jugadores de ahora parecen señoritas, en cambio yo cuando jugaba no me afeitaba, para que los rivales me vean feo y me tengan miedo”.

A pesar de que había finalizado el partido, desde las tribunas del estadio de Boca llovía toda clase de objetos contundentes, el empate 2-2 estaba sellado, igual que la visa para México. Los goles nacionales fueron obra de “Cachito” Ramírez, quien esa tarde estuvo inspirado.

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