Vidas extremas

Habría que enmarcar una nueva filosofía de bondad para definir de alguna manera lo que guarda el corazón de este guerrero. Ese que en su momento palpó la pobreza del alma por esas casualidades espinosas de la vida que uno no entiende.

Por ello, Roberto Ovelar, en el mejor momento de su llegada a nuestro país, demuestra que en este mundo hay cosas que van más allá del uno mismo y de las frivolidades. Resulta que el “Búfalo” inició ayer su campaña “Dejando Huella” en Huaycán.Allí el ariete blanquiazul llegó junto a su familia para repartir pelotas, víveres y un cariño inigualable a una gran cantidad de niños de este asentamiento humano. La gente se le tiraba encima y no dejaba de agradecerle tal muestra de humildad.“La verdad que es una forma de agradecer al Perú todo lo que me ha dado. Estoy muy contento de compartir este momento y espero que haya significado una bonita tarde para toda esta gente”, manifestó el paraguayo.Asimismo, Ovelar mencionó que “voy a dedicarle a toda esta gente el partido ante Cobresol. Ahí voy a estar de todas maneras, lo de la lesión fue por una carga muscular en la pierna izquierda. Ahora ya estoy bien, no creo que tenga problema alguno para estar desde el vamos”.