El poeta de La Victoria

Instalada la fiesta que armaron los grones en Moquegua para la alegría de sus seguidores, su presencia le dio la tónica al buen desempeño del equipo. Johnnier Montaño pocas veces quiere expresar su sentir al salir del campo lleno de ovaciones como ayer despedido por los hinchas que vibraron por la goleada sobre Cobresol.

Decir muchas cosas no son necesarias cuando Montaño se convierte en el conductor de los blanquiazules, lo que muestra una bonita expresión futbolística que cortas quedan las palabras. Con su robusta figura que quedó en el pasado, el “Potón” no pierde la esencia y sutileza que desprenden sus botines al trasladar el esférico.

El colombiano le hace las cosas fáciles al técnico Miguel Ángel Arrué, para muestra la última acción que selló la goleada con una bonita combinación en corto para la aparición de Alexander Sánchez, quien entiende su idioma a la perfección.