El respeto está “roto”

Acurrucados por una pintura que reflejaba una historia donde lo perfecto era poco, donde la edacución era el pan de cada día y donde su dejo los estiraba como el vecino bonachón, la confianza por el respeto a los protocolos se daba por descontada.

Empero, ayer en el Himno Nacional (antes del partido), las pifias, los insultos de la marea roja y la estupidez se impregnaron en el estadio de Colo-Colo. Y es que en la previa, los directivos de la Asociación Nacional de Fútbol de Chile se llenaron la boca diciendo que el respeto al país hermano estaba más que seguro.

Empero, la idiosincrasia del vagabundo de alma pudo más. Habría que decirles que en esto hay revanchas, que dentro de poco a ellos les tocará pisar nuestro suelo. No es una amenaza, es un pequeño código.