Más unidos que nunca

Todo lo moral que habíamos construido estaría en el despeñadero, si ayer no nos hubiéramos levantado orgullosos de ser peruanos, de correr por las calles sin el complejo de perseguir a “Vargas, Guerrero, Pizarro, Farfán y compañía”, porque hoy los que deben sacar a pasear al perro negro de la desfachatez son los Orosco de apellido.

Y es que el crecimiento no solo se está fecundando en los protagonistas de esta película, sino en el hincha que desde hace un tiempo está respondiendo con el “chip” de la “magia”, ese que descubre, a pesar de todo, la palabra apoyo. Así uno tenga que soportar a los cocodrilos caminando por los costados.

Así recibió el pueblo blanquirrojo (11:00 a.m) a la selección, así la acompañó desde que pisó suelo nacional hasta la Videna. El ambiente era de fiesta, la entrega estaba respaldada por la fe, esas que como grita la canción “mueve montañas”. Los toque de queda se guardaron en el baúl de las épocas opacas de nuestro fútbol, ese carma ya pasó, ya terminó.Hoy la franja en el pecho está en todos, hoy somos más creyentes que nunca, hoy podemos decir que seguimo de pie, que con balas no alcanza para matarnos, que si de valientes hablamos, usted, amigo lector, estamos seguros que dará el primer paso para ser el escudo de esta selección.