0

Chechelev perpetró el primer robo a selección

Únete a nuestro canal de WhatsApp

Lo ocurrido en Santiago de Chile con el robo descarado del árbitro boliviano Raúl Orosco es un raya más al tigre en las injusticias contra el fútbol peruano. Hace 42 años, en un partido también eliminatorio, un árbitro de apellido Chechelev nos anuló un gol legítimo. Así fue la historia.

Sucedió en 1969 en el partido de ida entre Perú y Bolivia por la clasificación al Mundial de México 70. El estadio Hernando Siles fue escenario de ese triste pasaje. La FIFA había designado a Sergio Chechelev, un árbitro europeo nacionalizado venezolano, para que dirigiera el cotejo.

Los bolivianos sacaron ventaja en el marcador. Su hábil conductor, Ramiro Blacutt, había manejado a su equipo para impulsar a sus compañeros y batir en dos oportunidades la valla de Rubiños.

El equipo peruano comenzó a presionar y Roberto Chale puso el marcador 2-1. En el complemento, Didí dio indicaciones precisas de atacar por las puntas. Hasta que Gallardo de un violento zurdazo desde fuera del área batió el arco local. Era el ansiado 2-2.

Grande fue la sorpresa de todos, cuando con el mayor desparpajo y trasgrediendo la reglamentación, Chechelev anuló la legítima conquista. La reacción de nuestros jugadores fue inmediata. Rodearon al juez, Perico León y Cubillas lloraban de ira e impotencia. En el tumulto Chale le metió un cabezazo a Chechelev, que cerró los ojos con el impacto. Cuando los abrió, vio al frente a Mifflin y creyendo que él había sido el agresor lo expulsó. Las acciones se paralizaron por más de 10 minutos. Nada hizo variar su vergonzoso atropello. Y al final Bolivia nos ganó. Años después un grupo de periodistas peruanos encontraron a Chechelev en Colombia. Se había dejado crecer el bigote. Y le preguntaron, ¿cuánto le había pagado Bolivia para cometer ese “robo”? Y con el más grande descaro contestó: “No fueron los bolivianos los que pagaron, fueron los dirigentes argentinos los que corrieron con el gasto. La cifra es un secreto...”, dijo fríamente. Entonces vale preguntar ¿y quién le habrá pagado al árbitro Orosco?

Libero Impreso

EDICIÓN DIGITAL

EDICIÓN DIGITAL

OFERTAS DE HOY