Misión imposible

Los adjetivos de “mentirosos” e “irrespetuosos” que los jugadores utilizaron públicamente para calificar y desenmascarar a su dirigencia, tuvieron eco en los de saco y corbata. Pero no fue Guillermo Alarcón -quien permanece oculto- el que salió valientemente a poner el pecho ante la crisis financiera que envuelve a la institución. El turno fue del tesorero Augusto Valqui, quien lejos de apagar el incendio con alguna falsa promesa, se ajustó los pantalones y reconoció que, efectivamente, el presupuesto de la institución “se encuentra en déficit desde hace meses...”.  

“Yo no puedo decir en estos momentos que mañana ya estará la plata, no quiero comprometerme y generar mentiras, no soy mentiroso. Por eso cuando sepa qué día se va a pagar les diré...”, descargó Valqui, para certificar que son dos meses de salarios los que se adeuda a la plantilla.  Pero lo que no dijo el hombre de la caja fuerte es que a los seleccionados Christian Ramos, Luis Trujillo y Salomón Libman se les debe más que al resto, que se adeuda primas, premios y que los empleados del club reciben entradas a cambio de un porcentaje de sus sueldos.

Utilizados los US$300 mil que pagó Pegaso por la venta de partidos hasta el año 2013, más el US$1.800 mil de la TV, en Matute se rompen la cabeza para cumplir con los US$400 mil que cobra mensual el plantel, lo más fuerte por desembolsar. Los futbolistas se comprometieron a firmar las planillas para no perder en mesa los puntos logrados en la cancha, pero la Agremiación advierte que “se pueden perjudicar”.

“Nosotros les hemos dicho que no firmen porque el club se puede aprovechar de ello y pueden salir perjudicados. Esto confirma la pésima gestión de Alarcón”, señaló su titular Franceso Manassero.