No se lo digas a nadie

Alianza Lima vive casi la misma historia de su compadre, pero en otra magnitud: le debe a su plantel, su patrimonio corre peligro por sus deudas al Estado, aunque, no tiene antecedentes de haber perdido puntos en mesa por no  firmar las planillas.

En Matute, los jugadores se fueron a la huelga, denunciaron maltratos de su dirigencia ante la opinión pública y hasta reclamaron airadamente al presidente del club, Guillermo Alarcón, el pago de sus haberes, sin embargo, nunca pusieron en riesgo lo conseguido dentro de la cancha con sumo esfuerzo. Hoy la cosa puede cambiar.

Ayer el presidente de la Agremiación de Futbolistas, Francesco Manassero; el gerente general de la SAFAP, Fernando Revilla, y el asesor legal de la SAFAP, Jhonny Baldovino, se reunieron con los jugadores por el lapso de una hora para empaparse de la situación económica que atraviesan. Supieron que les deben tres meses de sueldos, más primas y premios, y los asesoraron.  George Forsyth fue el único jugador que habló y reiteró lo adelantado por LÍBERO. El equipo viajará a Huánuco, pero ojo, no firmaría planillas.

Alianza es el primer finalista por el título nacional y quiere acabar en la cima de la tabla para decidir cómo jugar con su rival en los play offs. Con esta suerte de “kamikase” está que corre el riesgo de  malograr su estrategia, pero entienden también que es la única forma de presionar a los dirigentes. De hecho los de saco y corbata volvieron a prometer que el dinero estará en sus cuentas la próxima semana, pero ya nadie da un centavo por ellos.  

“Si no pagan, no firmamos planillas...”, enfatizó el arquero íntimo. Este es el trato que se le da al líder y finalista del torneo.