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En 1978 logramos un empate clave en Quito

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Son pocos los partidos en que hemos salido airosos en Quito. Uno de ellos ocurrió el 20 de febrero de 1977 por las eliminatorias del Mundial de Argentina  ‘78 donde empatamos 1-1.

Oblitas puso en ventaja a la selección y el triunfo parecía asegurado cuando Ramón Quiroga le atajó un penal a otro argentino nacionalizado, pero ecuatoriano: Ángel Liciardi, a los 79’. Pero dos minutos después, un disparo cruzado de Paz y Miño, al que Eleazar Soria no llegó a cruzar por el cansancio producto de la altura quiteña, sentenció la igualdad.Dos años después, el 8 de agosto de 1979, Perú volvió a Quito para un nuevo amistoso que perdió 2-1 con goles de Alarcón y Perlaza para el local y Freddy Ravello para la blanquirroja.Pero uno de los últimos enfrentamientos ocurrió el 19 de noviembre del 2003, para sacar un empate 0-0 que bien puede ser leído como “bueno” en la capital ecuatoriana. El equipo de Paulo Autuori fue a obtener el punto y lo logró cerrándose en el fondo y complicando mediante peligrosos contragolpes de Jefferson Farfán. Fue para el Mundial del 2006.

El estadio de Quito lleva el nombre del último Inca,  Atahualpa, y la selección peruana ha jugado allí siete veces a lo largo de la historia: seis contra Ecuador y una contra México, con un saldo de cinco derrotas y dos empates.

Atahualpa significa en quechua “el que viene de lejanas tierras”. Y de hecho, según dice la leyenda, el último Inca echó una maldición al que vino de lejanas tierras a su feudo.Quito es la única plaza de Sudamérica en la que la selección adulta del Perú no ha logrado ganar un partido, por lo que la valla de esta selección es alta, aunque desde el punto de vista de probabilidades,  podría lograr la hazaña. Hoy tenemos un mejor equipo, buenos jugadores y un entrenador capaz de hacernos soñar con llegar al Mundial.

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