¿A mí con monitos?

La frustración se desató con el rugir de las tribunas y los “oles” repetidos que exasperaron a nuestros jugadores, sobre todo a aquellos como Jefferson Farfán que se sintieron ofendidos no solo por el resultado, sino también por el cachoso sonreír de los ecuatorianos.

La “Foquita” le reclamó a su ex compañero en PSV Édison Méndez sobre la provocadora actitud de sus compañeros. Algunas frases de tono beligerante salieron despedidas. Se formaron los grupos. Manotazos, empujones, toma, dame, en fin, el momento era comprensible.

Pero calma, muchachos, las Eliminatorias no han terminado y todavía hay mucho pan por rebanar. Perú está intacto. Es cuestión de recomponer algunos puntos y continuar en la lucha con más fuerza que nunca. Pasarán muchos meses para volver a competir, pero en ese entonces otra será la historia. El “Loco” Vargas se llevó cargado a Farfán. Y ello dijo mucho. La historia continúa.