“No me olvides”

Un pedido al ídolo que lo hizo gritar de emoción en más de una oportunidad con la selección, un pedido desde el fondo de su corazón. Juan Achaca, el taxista que sufrió un choque con el Audi R8 de Paolo Guerrero, vive un infierno desde entonces.

Y es que Achaca desde su humilde vivienda en Villa El Salvador respira preocupado, no solo por el dolor que tiene en la cabeza, como secuela del terrible impacto, sino porque su único instrumento de trabajo continúa molido, sin reparar.

“Confío en el señor Guerrero, él me dijo que me ayudará. Estoy preocupado porque tengo que ver la alimentación de mi familia y no puedo trabajar. Le pido a nuestro goleador que no se olvide de mí”, sostuvo.