Nadie olvida

“La venganza nunca es buena porque mata el alma y la envenena”, reza un conocido dicho, sin embargo, hay situaciones que no pueden olvidarse. Todavía queda grabada la imagen de la vergüenza que pasaron los cremas ante César Vallejo en Trujillo, el 18 de mayo del 2011.

Aquella vez, los merengues usaron las camisetas de concentración con los números pintados con plumón porque habían llevado la casaquilla alterna (guinda) y los poetas salieron con su indumentaria azul, y no aceptaron cambiarse.

Eso produjo el desprestigio del club porque la noticia dio la vuelta al mundo, alimentando una ácida crítica contra uno de los mejores equipos del país. Por eso, se dice que no hay olvido ni perdon porque el maltrato contra la imagen de los cremas es imborrable.

La herida no ha sanado porque ahora que se volverán a ver las caras, los merengues están decididos a cobrar esa humillación al punto que el equipo se hizo la promesa de ganarles sin contemplaciones para mandarlos a Segunda División.Estas son las revanchas que tiene el fútbol, porque la palabra piedad pierde peso. Ambos equipos se encuentran al borde del descenso, pero los cremas no quieren cerrar el año en medio del fracaso porque van a salir a disputar el juego como si se tratara de una verdadera final.