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El día que Lolo hizo llorar a un arquero argentino

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En 1936 llega a Lima Vélez Sarsfield de Argentina para jugar unos amistosos. En el primer choque se despachan de Alianza Lima por 2-1 y eso que el equipo grone acababa de llegar de su exitosa gira por Chile. Luego le tocaba a la “U”, y la mayoría de hinchas creían que se venía otra derrota para un equipo peruano.

El partido se jugó en el Estadio Nacional con más de 30 mil hinchas. Iba 2-2  y cuando faltaban apenas 10 minutos para finalizar, vino la jugaba más maravillosa que se haya visto en un campo de fútbol.  Lolo Fernándnez toma la pelota en la mitad de la cancha, se para un ratito, driblea a dos argentinos y cuando todos creen que va a hacer el pase, ¡dispara! Jamás se vio un gol igual.

Este episodio lo consigna el escritor “Cuatacho” (un historiador de la época), quien estuvo presente en ese partido. “Cosso acude a quitarle la bola, pero es dribleado; Lolo avanza unos pasos. Se detiene un instante, levanta la cabeza y todos creen que está buscando a quién pasar.Pero no, mira el arco argentino, adelanta un poco el esférico y dispara el que quizá ha sido el más potente cañonazo de su dilatada carrera deportiva. El golero Rottman, en desesperado esfuerzo, alcanza a manotear la pelota, que trae tanta fuerza que vence sus manos”.“Rottman lloraba como un niño, recostado en un palo de su arco vencido, después cayó desmayado de la impresión. Lo tuvieron que sacar del campo y entró Aranda en su reemplazo. Cuando Rottman recuperó el conocimiento creyó que había sufrido una pesadilla y siguió llorando.¿Desde qué distancia marcó Lolo ese gol? Unos decían que de cuarenta metros, otros que de cincuenta, lo cierto es que lo pateó de muy lejos, de donde nunca se puede imaginar que shotee un delantero”.

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