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De la victoria a la gloria

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No se trata ser agnóstico, ateo o creyente, el secreto es encontrar el punto medio en la vida misma. Entender lo que tanto nos repitieron en los ritos de lágrimas: “Por algo pasan las cosas”, “Dios sabe lo que tiene escrito para ti”, o... “si algo perdiste en una fecha, no la taches como día mortal, sino como día bendito”. Y, seguramente, en el plantel victoriano ayer lo entendieron así, porque no había otra forma de explicar lo sucedido.

Alianza Lima venció a Juan Aurich (2-1) en el partido de ida de los play offs en Chiclayo y en el día (8 de diciembre) del recuerdo de los mártires del Fokker, se iluminaron por una ayuda divina para rozar la copa, dar el paso firme a la gloria. No se campeonó aún, pero un triunfo así es para gritarlo con el corazón y con notorias muestras de delirio.

Desde que comenzó el compromiso, los de Matute salieron como hombres de tiempo (mediciones del terrible viento en contra), con la tarea de pisar el césped sintético, como si fuera un campo minado, con el pase corto y seguro, y con el objetivo de incrustar el primer disparo.Entonces, Ramos y Fleitas se mezclaron como una muralla para soportar todo. Patadas, centros, una que otro mensajito de provocación, pero nada. Ahí estaban congelados en sus puestos.Por su parte, Montaño, Bazán, Ovelar y Arroé dibujaron un rombo que jamás entendió Guadalupe y compañía. Joazinho no solo anotó a los 20 minutos de iniciado el cotejo, sino que se atrevió a pisar el balón con los galones de un gigante.¡GRACIAS, CAÍCO...!Ya en la etapa complementaria, Montaño sorprendería a todos en la “Capital de la Amistad”. Del saque se llevó a medio mundo y dejó a Bazán frente al gigante Penny. “Coco” la tocó sobre un costado y celebró con todo el “Comando Sur”.Sin embargo, Zúñiga a los 51’ cortó la alegría. Puso el descuento. De ahí en más los soldados de Umaña pusieron la escopeta en la sien de los aliancistas. Centros, palos, rebotes y nada.Hasta que en el epílogo de este primer round... un tiro de esquina. Tejada cabecea, choca en el palo y la sacan de la línea. “Caíco Gonzales la sacó”, dijeron. Por lo pronto, ya se entendió que en Alianza no hay solo creyentes, tienen “ángeles” y fe en este título. Este 8 de diciembre dejó un motivo más para sonreír.

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