Johnnier Montaño espera repetir su brillante actuacion ante Aurich en Matute

Corrió para gritar su bronca, para decirle a su gente que ahí estaba, que este 2011 no se podía esfumar sin que Alianza Lima campeone. Entonces, Johnnier Montaño saltó, saltó a las tijeras que trataban de frenarlo en Juan Aurich, y al final saltó hasta las rejas, con el “Comando Sur”. Estaba en su jungla, en medio del delirio popular.

Y así el colombiano vive, o sobrevive, respirando hasta ahora el viento fresco y contradictorio de Chiclayo,  ese que no pudo frenar su potencia y velocidad, ese que contempló su jerarquía de “10” en la camiseta número “20”.“Montaño, Montaño, Montaño”, se escucha por las calles de Matute, su presencia ha resucitado como en una historia del Nuevo Testamento. El cafetero estará nuevamente en el ojo atento del hincha y también de la gente del Juan Aurich, pues un demonio no se puede escapar dos veces, aunque este parece tener las cosas claras.Corre, juega en equipo y rompe la lógica con maniobras en pocos segundos. Desde ya en La Victoria no quieren que se vaya, sueñan con esas mismas jugadas en la Copa Libertadores del próximo año y en repetir escenarios como el del último jueves. Por lo pronto, tendrá la difícil misión de repetir esa actuación para volver a saltar con su pueblo.