Cazaron al Búfalo

Quiso llegar al cien por ciento de sus condiciones físicas para refrendar sus goles y el pundonor que fue su sello personal en esta segunda parte del campeonato, sin embargo, Roberto Ovelar pagó caro esa dolencia muscular en la pierna derecha que acabó por anularlo en la medida que pasaron los minutos de un encuentro que no era para los débiles.

El “Búfalo” en los 45 minutos que estuvo en la cancha merodeó los linderos del Juan Aurich, pero sin ser un dolor de cabeza para su sistema defensivo. Peleó por alto, fue partícipe del colectivo de su equipo y quiso sorprender a Penny en una ocasión mediante un leve disparo de cabeza. Soto sucedió al goleador paraguayo iniciada la segunda parte y generó más ocasiones de gol.

Pero el guaraní no fue el único jugador íntimo que jugó entre algodones. Ámilton Prado y Henry Quinteros por el rigor de la final recrudecieron sus lesiones y a la larga hicieron sentir su experiencia al equipo.