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Código penal

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En ese alargue satánico que mide doce pasos. Donde ese parante rectangular de medidas siderales se te encoje por los nervios. En ese único momento donde el futbolista expone su hombría completita ante miles y millones de hinchas, es cuando cualquier figura se siente nada. Hasta que shotea con eficiencia y retoma su grandeza. O, hasta que shotea y falla y el mundo se le viene encima como le ocurrió a González, Trujillo y Vílchez. Con un Penny que fue genio y figura hasta en los penales.

Ya desde los noventa minutos se engrandeció la figura del golero chiclayano. El larguirucho puso al límite su esplendor y salvó su pórtico de situaciones inminentes que en otras ocasiones resultaban claros goles.

Y con ello se advierte de todo lo que jugó Alianza Lima para ganar el partido. Con esa necesidad volcada sobre el área rival. Con la firme voluntad de ganarlo todo con ese fútbol de sus chiquilines que tocaban, triangulaban, buscaban espacios, disparaban, pero no la metían.

Pasaban los minutos de esta definición y la esperanza se alargó para los suplementarios. Y en esta fase Juan Aurich fue un equipo prudente. Preventivo. Cuidadoso. Inteligente para no arriesgar. Pero no se libró de una despeinada y apuros que Penny sacó con su grandeza para conjurarlo todo.

Merecido premio para Juan Aurich que se ha empeñado en hacer mejor las cosas. Y que corona tanto tiempo de trabajo y perseverancia.¡Salud, campeón! Chiclayo vive orgulloso de tu histórica y cautivante gesta.

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