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“Vargas es un líder de afición”

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José Luis SaldañaAcostumbrados a observarlo bajo el epílogo de la jornada y en pleno descanso de la noche, el conductor de “El Deportivo” en ATV, Eddie Fleischman, habló con LÍBERO sobre las serpientes que se han arrastrado en nuestro campeonato, del efecto Sergio Markarián en la selección y de lo que soportó y vivió en el círculo de su pasión...el periodismo deportivo.El año lo cerramos con espinas que desnudaron las falencias organizacionales en nuestro fútbol, ¿por qué?Es cierto, pero todo esto es parte de una transición que cuando empezó sabíamos que iba a ser dolorosa. Es parte de la reestructuración de algunos equipos a empresas con visión de futuro. El fútbol es una actividad de lucro. Entonces, en ese cambio que empieza cuando un par de equipos toman las cosas en serio, hay todavía los que se resisten, entre ellos los equipos grandes por tradición.

Muchas veces se jugó por la presión de estar presentes y no por la esencia de esto: ganar. Ya se sabía que todo se iba a resolver sobre la mesa...Este ha sido un mal año porque se hizo la distribución de puntos en función de quiénes pagaban y quiénes no. Los equipos de fútbol no pueden ser instituciones al garete, con deudas por todos lados, con la informalidad instaurada. 

¿Qué tanto podrían hundir para el próximo campeonato estos modelos de empresas a los clubes tradicionales?No creo que desaparezcan, porque así como no se podrían dar con Colo Colo o la “U” de Chile. Ahí entraron a procesos de reestructuración y ahora mira cómo están, con títulos internacionales y jugadores como Eduardo Vargas a punto de venderse a 18 millones de dólares. 

Digamos que el molde chileno no es muy parecido al nuestro, ¿se podría aplicar acá?Pero si seguimos con la idea de que estamos lejos o distantes, nos vamos a quedar ahí. Hay quienes se resisten, se quieren enquistar aquellos que no quieren que llegue la formalidad. Eso ha derivado en parte al torneo que tuvimos. 

Y respecto a la selección, ¿en qué sendero estamos?Tenemos que decir que hay un crecimiento. El problema es que si ese crecimiento nos va a alcanzar para ir al Mundial. Yo creo que este año se empezó a mejorar. Y empezar a mejorar significa haber competido mejor en la Copa Kirín, haber hecho amistosos sin cuestionar a los rivales, donde el equipo fue encontrado con unos jugadores. Se hizo una Copa América muy destacable. Perder con Ecuador en Quito y Chile en Santiago es lo que ha ocurrido a lo largo de la historia, salvo excepciones. 

A pesar de ello, ¿siente que se han tejido alrededor de la selección historias de trapos sucios?La selección siempre trabaja con un clima sumamente cargado, de crítica. Sergio Markarián ha iniciado un trabajo que es comprometido, minucioso, detallista, que ha llevado a que la selección sea un poco más competitiva. Si hay historias detrás o no, si existen historias en la interna, seguramente existen. Si existen asuntos que a Sergio Markarián no le agradan y él intenta manejar para corregir, seguramente existen, pero eso oficialmente no se sabe. A mí me parece en términos generales que la selección está en un camino correcto.

¿Se les estigmatizó a los anteriores técnicos de Perú?Con cada uno hubo una realidad distinta. En general es el clima cargado y de crítica que muchas veces ha hecho que los jugadores ya no quieran ir a la selección, no su falta de ganas por jugar. Ir a la selección era ir a la hoguera y Markarián ha hecho que hoy sea un lugar de posibilidades y retos. 

¿Aparecieron los verdaderos líderes en la selección?Hay líderes que crea la gente y hay líderes de los que creen los jugadores y que brotan de manera natural. Nosotros tenemos que diferenciar entre los que son líderes mediáticos y los que son líderes estrictamente en lo profesional. Dentro de una presencia de transmisión de valores al resto del equipo y el otro es un líder del técnico. El que tiene la voz para transmitir las ideas del técnico. No siempre es el mismo líder. 

Al parecer, Markarián ya tiene el suyo...Según Sergio Markarián, Claudio Pizarro es un líder de la selección que debería apreciarse porque tiene una actitud profesional que él aplaude. Leao Butrón me parece un líder y creo que debería volver al arco. Creo que Vargas es un jugador de liderazgo mediático y de afición, porque probablemente en otros aspectos hay quienes son más líderes que él. 

¿A Claudio Pizarro se le dejó de señalar como el culpable de todo?Mucho tiene que ver Markarián, pero yo quiero ver cuando ya no lleguen más victorias, cuando empiece a agostarse el grado de tolerancia que hoy muestra la afición y un sector de la prensa. Con el resultado adverso todos son analistas, pero ese no es el punto. 

Volviendo a lo primero, ¿más difícil es crecer con la selección cuando hay una serie de piedras en el torneo local?Así le duela a la Asociación, el torneo está perdiendo naturaleza de competencia. Jugadores que no cobran varios meses, ya no se entrenan igual, la exigencia no es la misma. Cuando se empieza a perder en mesa y un equipo va a jugar sabiendo eso, la motivación no es la misma. Entonces todo se desnaturaliza. 

Digamos que no es la mejor cuna de integrantes para una selección...Claro, el torneo no nutre a la selección de buenos jugadores porque la competencia es floja. Los jugadores no están para competir en la alta competencia. No es una ofensa que hace Markarián, es una situación estricta de la realidad… “Los equipos de fútbol no le aportan jugadores de alta competencia a la selección”.

Cuánto tuvieron que ver Julio Pacheco y Guillermo Alarcón en la desnaturalización de Universitario y Alianza Lima, respectivamente...La crisis de Universitario tiene que ver mucho más con los dirigentes de hace 15 años, la “U” viene siendo manejada desde mediados de los 90 y con una salida de chorros de dinero de forma irresponsable. Pero Pacheco agrava la situación trabajando con un presupuesto alejado de la realidad. Armó un plantel caro y se quedó a mitad de camino, se le acabó la gasolina. En Alianza, quizá, la cosa no es tan grave, pero por ahí va. Con deudas, perdiendo puntos en mesa. La informalidad instalada en equipos más tradicionales.

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