“Tengo el orgullo de ser el mejor ‘9’ del fútbol peruano”

Llegó hace dos décadas al Perú y nunca se olvidó del acento cordobés que lo caracteriza ni, claro, de hacer goles. Aquí, en la que llama su casa, Sergio Ibarra rompió redes y records: es el goleador histórico del fútbol peruano (con 243 goles) y el sétimo artillero en actividad del mundo. Pero la vida del “Checho” no solo está llena de emociones por un gol. También hay de las otras...

Han pasado muchos años, pero ¿todavía recuerdas tus primeros días en el Perú?Fue increíble lo que pasé. Vine a Ciclista Lima en 1992 y viví el terrorismo en su peor etapa. Yo vivía muy cerca de la calle Tarata cuando explotaron la bomba. Fue una desesperación y un griterío. No podía ni salir, hacía que me recojan y me regresen.

Tu historia en el país pudo terminar ahí...Claro, ya había empacado para volver. Todo estaba muy convulsionado. Pero los directivos hablaron conmigo y me convencieron de seguir. A los 15 días agarraron a Abimael Guzmán y pude quedarme.

¿No te arrepentiste luego?

No, pues tuve mi recompensa porque viví momentos lindos. En Cienciano, Boys, Aurich. Incluso estuve cerca de ser campeón en el Callao, pero el poco carácter de los directivos nos dejó hasta fuera de una copa internacional. Habíamos sido los mejores del año.En aquel 1998, Cienciano les dio la vuelta en la cara cuando los dejó sin título...

Fue la cosa más humillante que me pasó. Nos agarramos a golpes en la cancha por la impotencia. No podía creer que Cienciano, un equipo que no tenía nada y quedó décimo, se ponga a celebrar así. Luego no me encontré con ninguno de esos porque ya estaban fuera del fútbol. Quedó ahí.¿Qué más te dejó bronca?

Por ejemplo que un técnico como Luis Fernando Suárez me sacara del Aurich junto a otros jugadores que habíamos dejado el alma para llevar al club a la Libertadores. Esa base que armó Franco (Navarro) y estuvo cerca de ser campeón terminó fuera y el equipo perdió mucho por culpa de ese tipo que no sabía absolutamente nada de fútbol. No sé por qué lo contrataron.

¿Nunca fue directo contigo?Jamás. Fue un ignorante total de todo lo que había hecho por Juan Aurich. Botó a medio mundo y fracasó en el club.

¿Con tu salida te decepcionó el presidente Edwin Oviedo?Totalmente. Lo que más bronca me dio fue que le siga la corriente a ese Suárez y no valorara mi trabajo.¿Te pasó algo parecido con Juvenal Silva?

No. La debacle de Cienciano llega porque a Juvenal Silva lo dejaron solo. Toda la directiva renunció y no pudo sostenerla. Él es el presidente más exitoso del fútbol peruano, ha ganado la Sudamericana y la Recopa.Esa Recopa en donde le ganaste a Tevez y compañía...Fue el momento más feliz de mi vida. Es uno de mis grandes orgullos. A pesar de ser hincha de Boca, tuve los hue... para patear un penal y darle el título a Cienciano.

¿No te sientes el héroe del equipo por haberlo salvado del descenso de milagro?

Nunca olvidaré ese día en que me levantaron en hombros (llora). Ese día me fui a llorar solo al camarín y me sacaron para ovacionarme. Siempre se lo agredeceré al Cusco.

¿Y por qué no retirarte allí?Me hubiese gustado una despedida como la del “Chorri” Palacios, pero es una lástima. Este año quiero hacer muchos goles con Huancayo. Y si aquí me hacen algún reconocimiento, yo feliz.¿Uno como el de la IFFHS? Eres el sétimo goleador activo del fútbol mundial...Tengo el orgullo de sentir, cuando entro a la cancha, que soy el mejor goleador del fútbol peruano, el mejor de todos. Estoy por encima de Thierry Henry y Van Nistelrooy. Es increíble.A tus 39 años, ¿te queda una cuenta pendiente?Tal vez tener una oportunidad en la selección, cuando no habían goleadores, no confiaron en mí.