Cuando “Lolo” fue a parar a una comisaría en Chile

En el libro “Cuestión de Pelotas”, de Manuel Doria, se consigna una de las tantas anécdotas del gran “Lolo” por su paso en tierras chilenas, allá por los años 40. Fue a parar en la comisaría. Él mismo lo cuenta.

“En Chile jugué partidos electrizantes. El choque más bravo lo tuve con un defensa de Colo Colo. Se apellidaba Fischer, tenía sangre alemana y era considerado como el ‘capo sureño’.

Un día antes del partido, vino a buscarme Jorge Góngora, ex compañero crema que vivía y jugaba en Santiago, y me advirtió: ‘Cuídate, Lolo, ese Fischer es bien maleado y ha jurado que a ti te va a parar a las buenas o a las malas’. Efectivamente, a la hora de los loros el chileno sacó la ‘guadaña’ y me buscaba con afán de ‘bajarme la caña’. Yo por supuesto le entraba fuerte, jugando de poder a poder.

En una jugada luchada con Fischer, lo vi salir a la carrera, a cien por hora, para buscarme las piernas. Lo único que me quedó como recurso fue tirarme en carretilla en el preciso momento que los pies míos coincidieron con los del chileno. Fue un impacto violento, por la velocidad que traía Fischer. Al sureño lo vi salir por encima mío disparado. Cayó a unos tres metros más allá quejándose. En la caída se había roto el brazo y gritaba. Las tribunas bramaban contra mí. Me decían ‘peruano asesino’. Pero la verdad es que la plancha fue limpia.

Dos carabineros se cuadraron junto a mí en la misma cancha. No paré hasta la comisaría de Ñuñoa, así en ropa deportiva. El capitán de la seccional me recibió con un tajante ‘usted es el peruano asesino’.

Pasaron como tres horas y yo pensaba que de allí no me sacaba nadie. Cuando en eso apareció un distinguido caballero. Era el presidente de Colo Colo y luego de recriminar al mayor le dijo: ‘Este señor es Lolo Fernández, es peruano y merece nuestro respeto’”.