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No se dejaron pisar el Pocho

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Bajo su mandato, Alianza Lima parece un montón de espejos rotos. Y es que de un tiempo a esta parte, el titular íntimo Guillermo Alarcón ha mirado desde su pedestal cómo el primer equipo ha ido sufriendo la partida de jugadores claves. Lentamente se fueron descuartizando en Matute.

Sucede que este ha sido uno de los principales inconvenientes para que el plantel victoriano no pueda agrupar una cantidad de jugadores importantes. Todos se marcharon por las constantes mecidas de pago y ese síndrome de que el respeto no existe para Alarcón y compañía.El primero en agarrar las maletas fue el juvenil Hernán Hinostroza, quien partió al Zulte Waregem de Bélgica. Sin embargo, ahí no quedó todo, ya que en plena pretemporada en Santiago de Chile, el volante Óscar Vílchez sorprendió a propios y extraños y se marchó sin mirar el pasado. Un mes después firmó por Sporting Cristal.

El efecto dominó continuó  debido a que, a puertas del inicio del campeonato, se conoció que el futuro de Luis Trujillo no estaría ligado a Matute. Se cansó de las burlas y arregló con el Juan Aurich.

El caso más reciente -pero ¡ojo...! no el último- es el de Johnnier Montaño. El martes por la noche se despidió de sus compañeros. Mañana se va a su país. Todo esto ocurrió mientras que el que debió irse sigue congelando su incapacidad.

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