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Estarás conmigo en el paraíso

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Un asiento vacío no solo representa soledad, una lágrima no produce el mismo efecto si es que no se observa y una voz ausente es la que termina por condenarte al olvido. Y quizá por ello –más allá de los refuerzos– la “U” de ayer tenía otra estirpe, otro eco acústico en el corazón.

Porque aguantar una semana más era imposible para el hincha. Porque lejos de cualquier número en la tabla, el marco del Monumental ayer era un trauma para el antagonista más pintado... porque por fin se rompió la miseria del alma, la maldita racha de 12 partidos sin ganar y jugar sin tu gente.Universitario venció 3-2 a Cobresol, sumó 3 unidades y recuperó a la fiel número “12”. La que a partir de ahora empujará, nuevamente, desde las graderías... es la “Trinchera Norte”, señores.

Ya en el cotejo, el primer golpe fue de los merengues a los 7 minutos. Polo se deslizó por la punta izquierda y sacó un centro con veneno. La redonda quedó picando como la manzana del pecado y Ximénez la mandó al fondo. El “Chino” abrió los ojos, miró al cielo y gritó la bronca del encierro.

La alegría se contagiaba como una epidemia, los “oleee...” comenzaron a escucharse y la noche parecía perfecta. Hasta que... hasta que a los 27’ apareció la “Boa” Serrano para derrotar a un Llontop convertido hasta ese entonces en una figura disimulada.

En el complemento, José del Solar tendría que refugiarse en ese dichoso refrán: “Si del cielo te caen limones, aprende hacer limonada”. Es lo que hay... decidió mover algunas cartas. Y no se equivocó.

Los cremas arrinconaron a la visita y decidieron extraer todo el cobre posible. No cae mal en una época de caramelos y chupetines. Entonces, Calcaterra anotó un gol de “10”. A los 72’ lo volvió mortal a Sotillo.

Pero la fiesta no podía terminar así, faltaba apagar la velita, y quién mejor que Polo. En los 80’ marcó el tercero definitivo. El segundo de la visita fue solo para el adorno. Serrano volvió a marcar.

Lejos de ello, los gritos de ayer fueron con las gargantas de los que hoy le agradecen a Dios que les haya dado esta religión que se persigna en “U”.

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