Robben, la venganza del ex Messi blanco

Para quienes siguen las “semis” de la Champions League, llama al halago el toque fino y sutil del holandés Arjen Robben, volante derecho del Bayern Múnich. Y es que este genio con sus 28 años –pero ya casi sin pelo– tiene una historia de amor y odio con el Real Madrid.

El 22 de agosto del 2007 llegó al equipo madridista que pagó al Chelsea 36 millones de euros por su pase. Era el Messi blanco. Regateador, centrador y rematador, siempre buscando los rincones de la portería a partir de las diagonales. En aquellos días hasta se parecía en el puesto con Lionel, ambos jugaban de falsos extremos derechos.

Pero la joya fue dejando de brillar por sus constantes lesiones y altibajos que derivó en su abrupta salida con la llegada de Florentino Pérez, quien al sacar números sentenció: “No se puede fichar a Cristiano y a Kaká y pretender quedarse con Robben; las cuentas no salen”. Además temían que los hinchas presionaran para que sea titular cuando ya no tenía cupo en el equipo.

Literalmente devaluaron su condición de futbolista. El diamante zurdo entonces no tuvo más remedio que renunciar el 2009 y mudarse al Bayern, que pagó 25 millones de euros por su traspaso.Su talento y afán de venganza se vieron reflejados en el partido de ida de las “semis” donde fue incontenible. Cada vez que caía las pelotas a sus pies, el rival sentía escalofríos.

Si el próximo martes anota entrará para siempre en el maldito libro del fútbol español. Desde su salida del Real Madrid, Robben nunca lanzó un solo reproche. El dolor lo consumió por dentro.