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Lo pasó como si nada

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Su desconcentración nos costó el partido. Y es que en un encuentro que estaba controlado, cometer un infantil error nos trajo la derrota y alejarnos del sueño del Mundial.

Renzo Revoredo tuvo una tarde negra, para el olvido, pero eso no cambiará para nada el resultado.

En una jugada simple y que se avizoraba que no culminaría en peligro, no puso la fuerza necesaria y terminó por regalarle  el espacio suficiente a Colombia para que un endiablado James Rodríguez  empujara la pelota  sin ninguna dificultad y con total calma al fondo del arco.Revoredo tiene mucho en qué pensar. Ojo, Uruguay no es cualquier rival, Renzo.

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