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No vale llorar

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Las lágrimas brotaron más por vergüenza que por dolor. Para Luis Ramírez fue frustrante acabar como colero de la eliminatoria luego de jugar un partido donde se dejó el alma.

“Cachito” salió del mítico Centenario uruguayo sollozando por la derrota. Su juego encarador, su ductilidad y su peligroso avance sobre el área rival nos hicieron soñar, pero no alcanzó y él lo sabe.

 “No merecimos este adverso resultado. Uruguay fue fuerte rival, pero me quedo con la sensación que pudimos y debimos voltear el partido. Duele porque hubo esfuerzo, muchos huevos pero hoy somos coleros”, señaló el también hombre del Corinthians de Brasil.

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