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Rocco era tan famoso como Paolo Guerrero

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Fernando Rocco fue un ícono del boxeo peruano en los años 80.  Copaba portadas de diarios tan o casi igual que Paolo Guerrero. La gente le tenía cariño. No era espectacular en el ring ni brillante como los capos de esa época, pero su puño derecho era de  acero. Sus peleas se realizaban en multitudes. Llenaba la explanada norte del Nacional, el coliseo Amauta y cualquier escenario donde se presentaba.

Tuvo 46 peleas, de las cuales 22 ganó por nocaut; es decir, un 50% de efectividad. Perdió dos y empató cinco. En la mejor etapa de su carrera fue el número uno en el ranking mundial de la AMB. Estuvo por disputar el título del mundo con el campeón norteameriano Donald Curry, pero por desacuerdos con su empresario Jorge Bartra  se frustró la pelea y dejó de ganar 100 mil dólares.

Rocco nació en Huaral el 31  de marzo de 1954. Desde chico llamó la atención por su porte atlético, su carisma y sencillez de provinciano. Empezó a boxear sin permiso de sus padres, por eso  se hizo llamar Rocco. Su nombre real era Jorge Castro Inga.Cuando tenía seis peleas ganadas, cuatro por nocaut y dos por puntos, tuvo dos combates sangrientos con el chileno Roberto Iluffi. La primera fue en la explanada norte del Nacional ante 10 mil espectadores donde empató. Y la segunda en el Amauta, también repleto, pero perdió por puntos.

Como toda figura mediática, Rocco tenía su propia canción compuesta por José Escajadillo, que era su himno antes de subir a los cuadriláteros. El 17 de setiembre de 1981 se coronó campeón latinoamericano luego de ganarle al ecuatoriano Wellington Wheathley en el coliseo de Arequipa. La mafia y las lesiones en su mano derecha acabaron con su carrera. Hoy vive en  Estados Unidos.

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