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Y llovió café en el Callao

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Las ganas sobran, el talento dentro de la cancha también. Pero de nada sirve tener estas características cuando factores ajenos deciden arbitrariamente el resultado del juego.

Sport Boys y la Universidad San Martín se estudiaron al milímetro desde el primer minuto, lo que no permitió ocasiones claras en ambos arcos. El tridente santo, formado por un opaco Jhonnier Montaño, Joel Sánchez y Juan Diego Gutiérrez fue absorbido por la marca de la zaga rosada, que los detuvo fácilmente ante la falta de un diferente frente a su valla.

Ya en el segundo tiempo, el partido se tornó de ida y vuelta. San Martín tuvo dos llegadas claras que chocaron en el travesaño, mientras que la figura de Luis Perea crecía en el encuentro. Boys también tuvo lo suyo. Carlos Orejuela generó dos avances peligrosos y a su vez le cometieron dos clamorosos penales que el árbitro Manuel Garay increíblemente no sancionó. Esto pudo haber cambiado el rumbo del partido, sin embargo, el juez mostró su falta de tino y decisión al momento de enfrentarse a esta situación.

Y así, a los 65, Luis Perea marcaba el tanto de la victoria, erigiéndose como la figura del partido. San Martín jugó bien, pero las decisiones de los árbitros también influyen. Ojo con esto. 

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