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Colorao Belmont

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No es necesario que el triunfo haga resaltar una gran actuación. Un jugador habla en la cancha con sus acciones, con cada pelota luchada y la entrega total cuando se trata de defender el arco a toda costa.

Y es que el zaguero Walter Ibáñez dejó alma y cuerpo en el Elías Aguirre. Más allá de que el partido se perdió, no se puede negar que el uruguayo cumplió con su misión: frenar el ataque chiclayano y ser el referente para la inexperta defensa blanquiazul, que por ratos aflojó.

El “charrúa” le dio empuje a la zaga en los momentos en que Aurich encimaba. Rodrigo Cuba fue quien cubrió las espaldas del experimentado central, que en todo momento coordinó acciones con él.

“Se perdió el partido, pero dimos pelea y eso es lo que cuenta. Hay que tomar con calma este momento, seguiremos luchando”, remató Ibáñez.•

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