La rara batalla entre Alí e Inoki en 1976

Un hecho espectacular y curioso que acaparó la atención del mundo el 26 de junio de 1976, fue la pelea entre Muhammad Alí, campeón de los pesos pesados de boxeo que ha existido, y el japonés Antonio Inoki, máximo exponente de la lucha libre y artes marciales. Ambos en el cuadrilátero debían mostrar sus cualidades a la hora de pelear.

La expectativa por ver a estos dos titanes fue desbordante. En la previa, Alí, anunció que pagaba un millón de dólares si Inoki le ganaba. Sin embargo, el japonés indicó que se ponga en juego 6 millones. Al momento de conocerse, Alí, insultó a su oponente llamándolo: “Pelícano” debido a su largo mentón y se acercó a regalarle una muleta. La respuesta de Inoki fue rápida y dijo que lo molería a golpes.

El interés de los aficionados creció. La pelea se transmitió a 34 países, incluso se pudo ver en el Perú cuando las imágenes eran en blanco y negro. Todo un “boom”. Las tribunas del Nippon Budokan Arena en Tokio lucieron llenas por los 15 mil boletos vendidos.

Ya en el ring, el combate no fue el que se esperó, debido a la desigualdad que originarían las llaves de Inoki contra los golpes de Alí. El nipón se tiró al piso y se defendió con patadas tratando de dañar las piernas del boxeador y manchó la pelea, pues Alí conectó solo seis veces su puño en el rostro del rival. Al final de los 15 rounds, la pelea fue un empate. Las piernas de Alí, sangraron, lo que llevó a una infección debido a los dos coágulos de sangre.

Ese fue el trámite de la batalla, que seguro tu viejo no te contó, pero es real.