Lluvia cruel

Germán Pacheco apareció como un fantasma desde el banco de los dueños de casa –escondiendo sus apenas 21 años– para revelarse en medio de la tormenta, del sol traidor de esta ciudad y pintarle la cara a los “potrillos”.

Los chicos y más grandes aliancistas no entendieron nada. Solo masticaron su bronca. Su derrota. Esa que se consumió ayer por 2 a 1 ante un empeñoso Unión Comercio.Pese a ello, en la primera etapa los dirigidos por José  Soto salieron con todo. La velocidad de Jorge Bazán y las paredes mortales de Junior Viza intentaban inquietar a un Pretel que sumó temores con el correr de los minutos.Incluso, el “Che” Carlos Beltrán tuvo una clarita antes de que se vaya la primera mitad. El “1” del local salió a la nada y el volante frente al arco remató mordido. Algo asustado. La salvó Donayre para los de la selva.

EL TERROR MÁS ÍNTIMO

El segundo tiempo fue para un solo personaje. El argentino Pachecho ingresó por Sidney Faiffer con el propósito de marcar la diferencia y dejar en claro que no será un turista más en nuestro torneo.Y a los 50’ se concretó su primera aparición. Mostto se equivocó y dejó solo al ariete de los rojos. Este no perdonó a nadie ni al estático Salomón Libman. De un cabezazo la mandó al fondo.Parado, preocupado y con el infierno en la cabeza, el guía blanquiazul intentaba cambiar la cara de su equipo con el ingreso de Jhonny Vidales. No consiguió nada, porque otra vez apareció el nueve. Pacheco.El ariete de los locales a los 60’ se llevó a Ibáñez, Cánova y se inundó de fe. Le pegó como los dioses y la clavó en el ángulo. “Yuyo” se estiró para la foto, para no hacer “roche” por lo que se venía. Igualito llegó el segundo.Lo de Viza tres minutos después solo sirvió para inyectarle emoción al final del duelo. Nada cambió. Ahora les toca voltear la página a los “potrillos” y demostrar que están de pie. Que lo de ayer fue solo un tropiezo.