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El toque mágico

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Un corazón latió a mil por hora en el Nacional, contagiado por el apoyo del hincha que no falló. Ese fue Rinaldo Cruzado, quien se comió la media cancha y ayer se jugó un partidazo contra  el equipo de Alejandro Sabella.

“Ri” se lució en la habilitación de Advíncula para armar la jugada preparada en el gol de Zambrano. Y no solo eso, ya que repartió balones, apoyó en la marca y contuvo a los rivales.

“Agradezco a la gente por el apoyo. Todos corrimos y pienso que pudimos ganar. Tuvimos opciones, atacamos mucho, pero los partidos son así. Ahora hay que pensar en Bolivia y Paraguay”, remarcó el jugador del Chievo italiano.

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