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El bien amado

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José Luis Saldaña

 

No importaron sus pocos minutos en el campo. Paolo Guerrero despertó ayer con el cariño de la gente, con huellas en las mejillas, con abrazos sinceros y con el retrato de la cara pálida de Lionel Messi en el campo.

El “Depredador” asistió a un evento de una empresa petrolera y firmó autógrafos hasta dejar los lapiceros sin tintas. “El mejor del mundo nunca estuvo en el Nacional. Argentina terminó pidiendo tiempo”, le mandó una “chiquita” al mismísimo Messi.

“El equipo jugó un partido increíble. Fue todo un espectáculo. Tenía ganas de estar y ayudar cuando entré. Solo pedía un gol o generar una jugada. Para mí el profesor Markarián le ganó el partido a Sabella”, sostuvo.

El delantero de la bicolor continuó con su discurso. Ojito, este ya es un líder. “Merecíamos los seis puntos. Debemos estar en una mejor posición en la tabla y los técnicos de Sudamérica lo dicen, nosotros no”. 

 

Lo blindó

De otro lado, Guerrero elevó la voz para defender a Claudio Pizarro, quien estuvo en el centro de las críticas después de fallarse el penal ante Argentina. Ese error aún nos duele.  

“Para mí Claudio jugó excelente, era el único que peleaba todas las pelotas arriba. Todos podemos fallar un penal. Debemos estar orgullosos de él porque es un gran jugador”.

EL DATO

LÍBERO conoció que la lesión de Paolo Guerrero (tobillo izquierdo) lo dejará fuera de los terrenos de juego por un par de semanas. Corinthians lo sufre. 

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