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Antes de salir... ¡mira!

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A nadie en su sano juicio se le ocurre ponerle el punto rojo en la frente a alguien sin una razón justificada. LÍBERO conoció que la directiva íntima puso el grito en el cielo luego del empate ante la Universidad César Vallejo.

A José Soto no solo lo condena su estrecha y melosa relación con Guillermo Alarcón, sino también los planteamientos tácticos. El equipo crece en el plano individual, pero no colectivo; es decir, no hay evolución a partir de su llegada como técnico.

El último sábado ante los “poetas”, Soto no supo manejar la ventaja de dos goles. Le empataron sobre la hora y de pasada le dijeron: “la Sudamericana está cada vez más lejos”. Ese fue un motivo más que lo condenó.Si bien su salida está oleada y sacramentada para la próxima temporada, en La Victoria han decidido darle vida hasta el duelo con el Real Garcilaso en el Cusco. Es ganar o ganar, sino...

El ciclo de José Soto llegará a su fin antes de lo pensado. El termómetro se lo colocó solito; sus errores terminaron por condenarlo.

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